sábado, 4 de diciembre de 2010

3msc

Fuera de mi ventana sólo veo coches veloces, motos alocadas, que dejan el tráfico atrás. He aprendido una pequeña verdad, el mundo te quiere rápido para que llegues a tiempo. Te quiere veloz para recordar sólo el sonido de tus pasos y es por eso que cuando te acuerdas que no vas a ningún lado y aceleras

La vida real debería dar más estímulos.
Toma la música, ¿quién hubiera pensado que algún día se registrarían cientos de canciones en un mp3? Nada las borra de ahí. Sólo necesitamos un láser para darnos cuenta de que al menos algo es eterno, al menos dura más que nuestros gustos.

En directo desde el futuro.
Todo lo que tienes que hacer es ponerte los cascos, tirarte al suelo, y escuchar el CD de tu vida. Canción tras canción, no puedes saltarte ninguna, todas han pasado, y de una forma u otra servirán para seguir adelante. No te arrepientas, no te juzgues, se quien eres. Y no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rebobinar, play, y más y más aún. Nunca pares la música, no dejes de descubrir sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro.
Y si te sale una lágrima cuando lo escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción preferida.

De algo estoy seguro.
No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara.
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos.
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y él menos que ninguno.
Él, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderla, de respetarla.
Él no se divertirá con esos tiernos caprichos.


Y era el mar más bello que yo ya hubiera visto. Hecho por miles de corazones que laten juntos. QUe bailan siguiendo el ritmo de la música. A veces el dios de la música, el dios de las luces y el dios de la noche deciden agarrarse de las manos, haciendo que la tierra se vea preciosa desde aquí arriba.

Tomando la bajada hacia marte.

1 comentario: