sábado, 24 de septiembre de 2011

Solo hay una excepción

Sí, he estado con muchos, demasiados para ser exacta, gente a la que ni quería una milésima, o gente que quería más que a mi vida, aunque sin lugar a dudas, fueron errores, bueno hablamos de L, era especial, estuvimos un mes, un mes lleno de palabras bonitas, abrazos, y dulces picos. Y el primer mes que le quería, fue bonito, ya tras dejarlo, empezó mi tristeza, once meses llorando
Luego apareció C, fue algo mágico, en plan tres metros sobre el cielo, era distinto, me hacia ser diferente, el bebia, fumaba. Mis padres no me dejaban verle, y mis amigas no me lo recomendaban, me hizo daño, mucho daño, 
le quería, y caí 
tres veces en su trampa.
Quizás ellos no fueron los correctos, fueron quizás los más guapos, o monos dependiendo del punto de vista del que se mirase.
Pero, luego apareció D, tres meses después, en pleno verano, con sus tonterias infantiles, sus abrazos, besos y haciendome sonreir, ayudandome siempre, secandome las lágrimas, él era distinto, por así llamarlo, no era muy normal, con diecisiete años, no es normal que esté con alguien de catorce, o que no haya ido a una discoteca, o lo haya hecho con nadie; solamente se dedique a lo que le gusta, hacer fotos, o salir a dar una vuelta con unos amigos. El es diferente, un soso, pero diferente,  y a veces un poco borde,pesado, pero puede ser lo más dulce, bonito, tierno, la mayor imperfección; que hace la mayor perfección, puede ser lo más risueño, felíz, pero aún así le amo, le quiero y es él mi todo, mi única excepción. No solo por lo que es, si no por lo que soy cuando estoy a su lado, cuando estamos los dos somos uno.

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